jueves, 25 de febrero de 2010

la ciencia y la Ley de Dios

Cuando se revisan los Mandatos o Ley de Dios se observa que son en esencia puntos óptimos de comportamiento personal, social y ante la naturaleza, es decir, podriamos pensar que tales conocimientos fueron transmitidos para vivir plenamente y por más tiempo felizmente. Si se mira sociologicamente, observamos, por ejemplo, que en los paises donde sse cometen atropellos contra la población esta termina revelándose, lo mismo que en nuestros días surgen los grupos de reveldes que intentan cambiar o revolucionar el sistema económico y hasta el religioso.
aunque por ejemplo en la Biblia aparecen los escritos para entenderse en tres dimensiones: corporal o física, mental y espiritual, es decir, debe leerse y entenderse el mismo escrito en las tres dimensiones enumeradas.
Igual observo en las Escrituras Sagradas de los Vedantas, y en los escritos que se atribuyen a Buda o sus servidores más cercanos, o en grupos que se atribuyen la verdad tales como los Gnosticos, masones, y otros como los de extraterrestres. Jesús decía no hay nada oculto para el que sabe ver y en nuestros dias estan los cientificos aunque muchos de ellos se centren en el primer nivel o material.

4.el espìritu

Es la verdadera esencia de nosostros y el mensaje de las religiones, claro de las que buscan que el individuo llegue a Dios, no de los que encandelillan.
el mensaje de los seres especiales como Jesús, el Cordero, el Cristo, el Mesias, es el mensaje del Reimo de Dios, el Reino del Espìritu.
cuando nos acostamos a dormir, despierta nuestro espìritu, o mejor deja nuestro cuerpo pues nuestro espìritu siempre esta despierto.
Como no somos concientes de èl, lo convertimos en un ente. El deseo de despertar espiritual es la llave para que tal evento suceda, es la forma más simple y precisa de despegarnos de las cosas materiales y de acercarnos a lo que en verdad es nuestra fuente inagotable de felicidad: DIOS.
no deje que el sol se ponga sobre la ira, y así podrá empezar su despertar espiritual, pero no como el de los meditadores y personas que logran lo que se denomina el desdoblamiento, o sea, arrojar el espiritu, sin el deseo de ir a Dios o a su reino porque no logrará nada sin este propósito.